ASU - Asociación de Supermercadistas del Uruguay

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Inicia su gestión el nuevo presidente de ASU

Sin dudas, con más de 30 años de experiencia en el sector, el Ing. Agr. Guillermo Vivo, vicepresidente de GDU ha sido protagonista del supermercadismo uruguayo. Siempre ha tenido un vínculo estrecho con la Asociación de Supermercados del Uruguay, y recientemente fue elegido para ejercer la presidencia de la entidad. “Es un honor estar al frente de esta institución, lo cual significa poder aportar más valor a nuestro sector. Hoy siento que es un buen momento para trabajar en conjunto con los otros miembros de la directiva, que también cuentan con una vasta experiencia, y abordar los temas que tiene en común este activo segmento de la economía”, comentó.

A lo largo de tres décadas de trayectoria, Vivo ha incorporado un gran aprendizaje, relacionado incluso con la experiencia de las propuestas que el GDU ha introducido en el mercado. Algo que, “más aun perteneciendo a un ente, naturalmente se despliega”. Una de sus premisas, en este aspecto, es que “cuando se hacen las cosas bien, hay un ida y vuelta, y más allá de los negocios, el cliente vuelve y reconoce los esfuerzos que percibe”.

A nivel general, los consumidores “valoran mucho la evolución que se viene dando en el supermercadismo” Considero que “los retailers se han ido adaptando a los nuevos esquemas del mercado, de forma más acelerada en estos últimos diez años”, enfatizó.

Entre sus prioridades como presidente de ASU, Guillermo Vivo destacó la planificación de las futuras actividades de la entidad, la necesidades de anticiparse a los grandes desafíos que se avecinan para el sector, “la defensa del libre comercio –que siempre fue una prioridad para la ASU- y la capacitación de los socios de la entidad, en conjunto con la revista Retail”. Además, señaló la necesidad de “ser sensibles con las ONG’s y las entidades de bien público”.

Desafíos
¿Cómo observa la actitud de los clientes, la industria y el propio retail en el último tiempo?

En el supermercadismo, quien manda es el cliente. Pero, como expresa Feargal Quinn (creador de la cadena irlandesa Superquinn) en su libro “El cliente es el rey”, creer que el negocio debe orientarse según las necesidades del cliente es una cosa y otra muy distinta es llevarlo a la práctica. En síntesis, el consumidor es quien hace que todos evolucionemos en esta cambiante actividad, atentos a sus cambios, a su racionalidad, a sus impulsos y al nuevo despertar que trajo aparejada la pandemia. Esto abarca toda la cadena de valor que incluye a la industria. Los proveedores han sabido captar lo que el consumidor desea, y esto ha llevado a cambios muy positivos, en todos los aspectos. Yo creo que realmente somos socios de la industria proveedora, porque nosotros sin ella no existiríamos, ni ellos podrían seguir adelante sin nosotros. Es una simbiosis que se dio desde el principio, y es necesaria. Sobre todo, para los proveedores pequeños y medianos, para quienes los supermercados son una vidriera y el único espacio donde pueden mostrarse, acorde a los distintos formatos.

La pandemia en muchos aspectos nos puso a prueba, ¿Cómo respondió el supermercadismo?

Sin duda, los supermercados fuimos los primeros en implementar los tapabocas, los protocolos, y estuvimos abiertos siempre, garantizando las fuentes de trabajo. Al cliente esto le produjo una sensibilidad diferente, y valoró mucho contar con los supermercados para abastecerse. Creo que fue un periodo muy difícil, porque para los propios empleados era también un riesgo el trabajo en pandemia. De hecho, hubo contagios y “héroes anónimos”. Por eso, así como consideramos vital el área de sanidad, también debemos valorar del mismo modo a los funcionarios de los supermercados, porque estuvieron siempre a disposición, para atender a la población.

El futuro de la tienda física
Hoy estamos en una nueva etapa, luego de dos años complejos. Un dato relevante, por ejemplo, es el crecimiento del e-commerce. ¿Cuál es su apreciación?

Hoy en día se ha impuesto la omnicanalidad, como un modo de llegar al cliente por todos los medios. Durante este periodo el e-commerce se vio muy favorecido. Si bien en la última etapa disminuyó, se mantiene en niveles por encima de los previos a la pandemia. Es algo que llegó para quedarse, aunque llevará tiempo hasta que alcance porcentajes más elevados de participación. Hoy tenemos que tratar de satisfacer las necesidades y preferencias de varias generaciones, clientelas de diferentes estratos y rangos de edad, cada una con sus particularidades, pero todo variará según los cambios de hábitos de consumo de las nuevas generaciones. Quizás los jóvenes sean más afines a la tecnología y el e-commerce.

En lo personal, pienso que la tienda física no va a morir, porque el ser humano es un ser social y no está en su esencia vivir aislado. Y los lugares de compra son un espacio para sociabilizar, en un entorno que difícilmente se pierda. La tienda física y la venta online forman parte de un mismo ecosistema, lo que antes no se daba. Y, acompañando estas ideas, tomo las palabras del consultor Scott Kohno quien participo en el último Seminario Retail: “El retail no está muerto, el retail mediocre está muerto”, por eso es importante la innovación y por sobre todo, la actualización permanente.

Comparto la reflexión de Scott, porque cuando las tiendas desaparecen, muchas veces es por la irrupción de otros que hacen mejor las cosas. Hoy, se necesita de mucha comprensión de lo que busca el cliente, con una visión muy centrada en él, para obtener su lealtad, porque “cada cliente es único”.

Uruguay tiene como particularidad, que la distribución mantiene los tres tercios de participación, entre las grandes superficies, los supermercados medianos y los negocios pequeños y de cercanía.

Esto ha sido así en las últimas décadas, lo cual demuestra que hay una convivencia entre los tres formatos, y que son complementarios. Los tres cumplen su función, de acuerdo a los hábitos de compra de la población, en todo el país. En todos los casos esta la inquietud de superación, lo que se puede observar en las distintas actividades a la cual asisten tanto las grandes cadenas como los supermercados independientes y grupos de compra. Esto es muy bueno, por el relacionamiento y la importancia que se da a la capacitación. Y con una mirada amplia, con el tiempo muchos pequeños negocios se convertirán en el futuro en autoservicios y supermercados, como ha ocurrido con muchas empresas del sector, que son el producto de comercios tradicionales que fueron mejorando y creciendo hasta adoptar su formato actual. Asimismo, resalto el profesionalismo que se observa en general en nuestro sector, tanto en la industria, en la distribución y en los diferentes formatos, que apuntan a una mejor atención y brindar de ese modo la seguridad alimentaria a la ciudadanía.

En este equilibrio que tiene como reto atender al consumidor, nosotros vamos a seguir bregando siempre por la libertad de comercio, porque es el mejor sistema existente para el mercado. Los países que han progresado son los que lo han puesto en práctica con reglas claras. El supermercadismo uruguayo es un sector robusto, con gran experiencia para adaptarse y reinventarse. La pandemia y la post-pandemia han sido una gran prueba en este sentido.


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